El sábado 3 de marzo por la mañana, un grupo de algo más de 40 cadetes, alumnos y caballeros alumnos de la Academia de Infantería de Toledo y algunos oficiales llegaron a la Santa Misa conventual de las 11 h. en la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, procedentes de Navacerrada, donde estaban en un retiro dirigido por el capellán castrense de la Academia, “Páter” D. Luis Miguel Muñoz Ríos. De allí marcharon a la Escolanía, ya que el “Páter” había quedado con el P. Prior para que les recibiera y les ofreciera una breve charla sobre diversos aspectos y que ellos pudieran efectuar las preguntas que deseasen. Al término de la misma, los niños de la Escolanía cantaron dos piezas polifónicas de Tomás Luis de Victoria en el claustro, con gran asombro de los visitantes. El P. Prior solicitó a éstos que cantaran el Himno de Infantería, de tal modo que los niños escucharon admirados cómo vibraban las voces de los infantes con el “Ardor guerrero”. Después, éstos y los chavales compartieron unos minutos de convivencia y los militares marcharon de nuevo a Navacerrada, ya que comería con ellos el Arzobispo Castrense.