Vestíbulo del monasterio
El acceso al monasterio se encuentra en el centro del edificio de éste. Tras la puerta que indica “Abadía Benedictina”, nos encontramos con un vestíbulo alrededor del cual se sitúan tres locutorios para visitas a los monjes y otra puerta sobre la cual se puede leer: “Clausura”. Al cruzarla, nos encontramos con la galería del claustro.
El claustro
El claustro de la Abadía Santa Cruz no ofrece la característica disposición cuadrangular de otros monasterios, sino que es rectangular y se halla abierto hacia la contemplación de la gran cruz monumental. Una larga y ancha galería nos conduce por la izquierda hacia el gran vestíbulo que une el monasterio con la Escolanía y con el túnel de acceso posterior a la Basílica. Por la derecha nos lleva a las dependencias del monasterio.
La capilla
La capilla del monasterio tiene una disposición alargada de nave única; fue concebida propiamente para sala capitular, pero se utilizó pronto para el culto. Es en ella donde los monjes se reúnen para el canto del Oficio Divino a lo largo del día y donde celebran habitualmente la Santa Misa de los lunes.
Está presidida por el altar con el sagrario y por una imagen de San Benito. A los lados de la cabecera, sendas imágenes de Nuestra Señora del Valle (obra de Ramón Lapayese, réplica más pequeña en madera de la que hizo para la Basílica) y de San José atraen la devoción de la Comunidad.
La sillería del coro, de madera, se ve enmarcada por nueve relieves en piedra labrados por Ramón Lapayese, en los cuales se exponen los milagros de San Benito según la narración hecha por San Gregorio Magno en el libro II de los Diálogos. El relieve de mayor tamaño, tras el sitial del P. Abad, recoge la escena del Tránsito o muerte del Patriarca de los monjes de Occidente.
La sala capitular
La sala capitular de la Abadía es sumamente sencilla. Propiamente es una estancia habilitada para este espacio tan importante en la vida de un monasterio. Está presidida por un Cristo de estilo gótico y también se ve honrada, desde hace poco tiempo, por una representación de Nuestra Señora de la Paz, que un grupo de amigos ha regalado a la Comunidad con el deseo de que Ella la proteja de cualquier adversidad.
La sala capitular es el lugar donde se reúne la Comunidad diariamente para realizar una breve lectura espiritual antes del rezo de Completas y es también el sitio que acoge las conferencias del P. Abad y las reuniones de los monjes para deliberar sobre cuestiones importantes.
El refectorio
El refectorio de Santa Cruz es muy espacioso y acogedor gracias a la madera que bordea las paredes del mismo. No obstante, en invierno se convierte con frecuencia en un lugar bastante frío.
Los monjes realizan aquí sus comidas en silencio, sentados en unas hermosas y gruesas mesas de madera. Durante la comida, el lector de semana lee desde el púlpito un texto de la Sagrada Escritura, al que sigue la lectura de un texto del Magisterio de la Iglesia o de un libro de Historia, una biografía, etc. Por la noche, a la cena, se lee un texto de la Regla de San Benito y a continuación el Martirologio Romano, es decir, la relación de los santos del día siguiente, tras el cual viene normalmente la lectura de una vida ejemplar. Los domingos y los días festivos, las lecturas largas son sustituidas por música.
El propósito de San Benito es que los monjes, a la vez que alimentan el cuerpo, nutran el alma con lecturas edificantes.
El salón de recreo
Los monjes tienen también sus momentos de expansión, principalmente después de la comida y sobre todo después de la cena. Según las épocas del año o el deseo de hacer más o menos ejercicio, suelen pasear por el exterior o por el claustro, o bien se recogen en un amplio salón de recreo donde conversan fraternalmente.
La biblioteca
La biblioteca del monasterio se encuentra en la parte alta del mismo, en la galería corta. Cuenta con más de 42.000 volúmenes, principalmente de temática religiosa, pero también cuenta con secciones importantes de Filosofía, Historia y Literatura, entre otras. Se encuentra en estos momentos en proceso de informatización y posee algunas oficinas adjuntas o próximas.
Aparte de la biblioteca del monasterio, no hay que olvidar la Hemeroteca para revistas y publicaciones periódicas, así como las bibliotecas del Centro de Estudios Sociales (unos 27.000 volúmenes) y de la Escolanía (unos 8.000 volúmenes).Los monjes tienen también sus momentos de expansión, principalmente después de la comida y sobre todo después de la cena. Según las épocas del año o el deseo de hacer más o menos ejercicio, suelen pasear por el exterior o por el claustro, o bien se recogen en un amplio salón de recreo donde conversan fraternalmente.
La sastrería
También se sitúa en la parte alta del monasterio. Son dos habitaciones habilitadas para esta función, de la que se encarga un monje que está muy considerado en su oficio en la Congregación de Solesmes y que lo aprendió en la Abadía de Santo Domingo de Silos, gracias a un vecino del pueblo.
El noviciado
Se halla igualmente en la parte alta, en la galería larga. Además de las celdas de los novicios y de su maestro, cuenta con una acogedora capilla, dos salas de estar y de estudio y un aula espaciosa donde reciben diversas clases en sus inicios de formación en la vida monástica: Santa Regla, Historia Monástica, Historia de la Espiritualidad Monástica, Teología de la Vida Religiosa, Latín, Griego, Canto Gregoriano… También es utilizada en ocasiones por los “escolásticos”, es decir, los monjes estudiantes de Filosofía y Teología para el diaconado o el sacerdocio.
Instalaciones del semisótano
En el semisótano se encuentran la cocina, atendida por personal civil, y el comedor de los niños escolanos. También se sitúa la panadería, pues es un monje de la Comunidad quien hace todos los días un pan que es muy apreciado por los huéspedes, y la frutería. Asimismo, el lavadero, un pequeño taller, un gran almacén, una despensa, la sala de calderas, la zapatería (el monje panadero es también zapatero) y la encuadernación se localizan en esta zona.
Hospedería interna
Aparte de la gran Hospedería Externa, el monasterio cuenta con una acogedora Hospedería Interna para varones en el edificio de la Escolanía. Las celdas son amplias y cuentan con cuarto de baño. Existe además una espaciosa sala que los huéspedes pueden emplear para charlas, retiros, etc. Las personas que residen aquí, con un plazo normalmente de dos a diez días como términos mínimo y máximo, pueden compartir la vida de los monjes en el coro y en el refectorio.