El sábado 17 de septiembre, a las 16,30 h., se realizó el rezo del Vía Crucis desde la explanada posterior entre la Hospedería y la Abadía y Escolanía, yendo por la carretera hasta la Basílica. Lo había organizado el “Foro San Benito de Europa” y contó con la presencia de varios monjes de la Comunidad benedictina del Valle de los Caídos, encabezados por el P. Abad Dom Anselmo. Fueron ellos precisamente quienes se hicieron cargo de portar el “Lignum Crucis”, la reliquia de la Santa Cruz de Nuestro Señor Jesucristo que fue donada por el Beato Juan XXIII a la Basílica con motivo de su consagración el 4 de junio de 1960.
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El Vía Crucis duró aproximadamente una hora y tres cuartos. Se meditó y rezó el texto del presidido por el Beato Juan Pablo II en el Coliseo de Roma en el año 2000, Año Santo, y entre algunas estaciones y otras se fueron rezando también los Misterios Dolorosos del Santo Rosario. Los monjes y un sacerdote hospedado con la Comunidad se hicieron cargo de los cantos, seguidos por los fieles, los cuales sumaron alrededor de un centenar de personas. No asistió la Escolanía en esta ocasión por estar recién incorporada al curso.
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De especial emoción resultó la decimotercera estación, al pie de la imagen de la Piedad, meditando precisamente esta escena. La última estación tuvo lugar en la Capilla del Sepulcro, donde al final el P. Abad dirigió unas palabras a los asistentes. Justo a continuación, dio la bendición con el “Lignum Crucis” desde el altar mayor de la Basílica y los fieles se pudieron acercar a adorarlo. El acto religioso finalizó con un canto mariano ante la imagen de Nuestra Señora del Valle. Muchas personas solicitaron que se pueda realizar el Vía Crucis con mayor frecuencia y por el precioso recorrido preparado a tal efecto en el Valle de los Caídos.