Recientemente, algunos monjes benedictinos del Valle de los Caídos han dado ejercicios espirituales, retiros y charlas a otras comunidades religiosas.
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Por una parte, el P. Prior, P. Santiago Cantera, ha impartido ejercicios espirituales a los monjes cistercienses de la Abadía de Santa María de Oseira, en la provincia de Orense, entre el domingo 23 y el sábado 29 de octubre. Se trata del complejo monástico más grande de Galicia (45.000 m2), llamado “el Escorial de Galicia”. Su construcción conoció varias fases desde el siglo XII hasta el XVIII, más toda la ingente labor de restauración artística desarrollada heroicamente por los monjes en el siglo XX (ya que sufrió, como todos los monasterios, el desastre de la desamortización liberal de Mendizábal en 1835, y quedó en ruinas). El propio San Bernardo de Claraval envió monjes a poblarla en el siglo XII, para unirse seguramente a algunos ya existentes. Hoy pertenece a la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia (los conocidos como “trapenses”) y supera el número de 15 miembros, contando con varias jóvenes y prometedoras vocaciones, algunas de ellas procedentes de Portugal. Como es característico del Císter, a una vida de oración que comienza muy temprano con el rezo de Vigilias o Maitines y concluye con las Completas y el precioso canto de la Salve cisterciense, suman una fuerte dedicación al trabajo manual (restauración, huerta, elaboración de dulces y del licor “Eucaliptine” con esencia de eucalipto, etc.), sin descuidar por otra parte el estudio y una buena biblioteca. Entre los monjes de esta Comunidad puede destacarse de un modo especial el más antiguo, de casi 95 años, el P. Damián Yánez Neira, quien fue connovicio de San Rafael Arnáiz (el “Hermano Rafael”) y ha sido gran promotor de su causa de canonización, además de ser un gran sabio de la Historia de la Orden Cisterciense. Todos estos días han servido para hermanar mucho más a la Comunidad benedictina de Santa Cruz del Valle de los Caídos con la Cisterciense de Santa María de Oseira, por la cual se ha visto magníficamente acogido y atendido el P. Santiago.
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Por otra parte, el jueves 27 de octubre, el P. Subprior, Dom José Ignacio González, ofreció una charla testimonial a hermanos maristas de diversas procedencias reunidos en la casa de retiro y de ejercicios que tienen a las afueras de San Lorenzo de El Escorial. El mismo P. José Ignacio, el lunes 31 de octubre, impartió un retiro espiritual a religiosas salesianas llegadas al Valle de los Caídos con esta finalidad. La relación de los monjes del Valle con las salesianas viene ya de lejos y cabría destacar la colaboración del P. Manuel Garrido en la difusión de la devoción a la Beata Eusebia Palomino, religiosa de este instituto (Hijas de María Auxiliadora, “salesianas”).
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