Santa Gertrudis de Helfta, conocida también como “Gertrudis la Magna”, fue una monja y mística de aquel monasterio alemán en el siglo XIII (1256-1301/02), cuya memoria se celebra el 16 de noviembre. En ese cenobio también destacaron otras místicas como Santa Matilde de Magdeburgo y Santa Matilde de Hackeborn. No es seguro si fue benedictina o cisterciense y, de hecho, en el arte aparece unas veces representada con cogulla negra (casi siempre) y otras con cogulla blanca (con menor frecuencia). En cualquier caso, perteneció al ámbito de la familia benedictina, bien en la rama negra o bien en la blanca. También es seguro que, aun pudiendo ser estrictamente benedictina, sus escritos reflejan una fuerte impronta de la espiritualidad cisterciense.
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Los escritos, a los que hacemos mención, han sido muy apreciados a lo largo de los siglos. Además, se la estima mucho en Hispanoamérica y sobre todo en México, pues en aquel antiguo Virreinato de la Nueva España se extendió mucho su devoción, principalmente a partir del siglo XVII.
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Doctorado Universal de la Iglesia a esta santa mística, de igual forma que el Papa Benedicto XVI lo ha otorgado a la benedictina Santa Hildegarda de Bingen el pasado 7 de octubre. La promoción del Doctorado de Santa Gertrudis proviene sobre todo de las dos grandes ramas cistercienses (Orden Cisterciense y Orden Cisterciense de la Estricta Observancia) y uno de sus mayores impulsores ha sido el P. Damían Yáñez Neira, monje de la Abadía de Oseira en Galicia, historiador y antiguo connovicio de San Rafael Arnáiz. El último Congreso de Abades de la Confederación Benedictina (Orden de San Benito), reunido en Roma en septiembre de 2012, acordó sumarse a la iniciativa en pro del Doctorado. Previamente, en febrero del mismo año, se había reunido ya por primera vez el “Comité para el proyecto de la solicitud de Gertrudis de Helfta como Doctora de la Iglesia”, integrado por varios abades, abadesas, monjes y monjas cistercienses y benedictinos.
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El último número de la revista semestral Cistercium (LXIV/258, 2012) se ha dedicado casi monográficamente a este asunto y está encabezado por una presentación del P. Dom Alfredo Simón, monje de la Abadía Santa Cruz del Valle de los Caídos. Otro monje de nuestro monasterio, el P. Dom Manuel Garrido Bonaño, publicó en 1999 el Mensaje de la Misericordia Divina (El heraldo del amor divino) en la Biblioteca de Autores Cristianos (B.A.C.). Es sobre todo en esta obra donde la santa, muy anteriormente a Santa Margarita María Alacoque, se muestra como una piadosa impulsora de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Por otra parte, en 2003 los cistercienses llevaron a cabo la edición de los Ejercicios de Santa Gertrudis en la colección “Biblioteca Cisterciense” de Ediciones Monte Carmelo, de Burgos.