El sábado 6 de abril, en la Santa Misa de 11 h. en la Basílica, Fray Luis Moreno Almonacid y Fray Javier Martín García profesaron los votos temporales por tres años como monjes benedictinos en la Abadía Santa Cruz del Valle de los Caídos. La ceremonia, muy emotiva, estuvo lógicamente presidida por el P. Abad y contó con la asistencia de los familiares y numerosos amigos de los dos neoprofesos, así como de un grupo de unos 50 peregrinos franceses que ese día asistieron a la Santa Misa, al igual que el domingo 7 estuvieron presentes aproximadamente otros 50 peregrinos de Portugal.
La profesión tuvo lugar, como establece el ritual monástico de la Congregación de Solesmes, después de la lectura del Santo Evangelio. El P. Maestro de Novicios hizo la petición ante el P. Abad y los dos candidatos se acercaron ante él, postrándose en el suelo como gesto de humildad. Al indicarles el P. Abad que se levantaran y preguntarles: “¿Qué pedís?”, ellos contestaron: “La misericordia de Dios y ser aceptados en vuestra comunidad”.
A continuación, el P. Abad pronunció la homilía, cuyo texto está ya colgado en esta página web, y posteriormente les interrogó, estando ellos arrodillados ante él y cogiéndoles las manos juntas, si estaban dispuestos a observar la Regla y cuanto se les mande. El momento siguiente fue la lectura de la carta de profesión, firmada después en el altar y depositada sobre él como signo de la ofrenda de la propia vida a Dios. De gran belleza es el hermoso canto del “Suscipe” tres veces, típicamente benedictino, por parte de los dos neoprofesos, con un primer gesto con los brazos extendidos pidiendo el auxilio divino y el segundo de rodillas, con la cabeza inclinada y los brazos en cruz en el pecho en señal de humildad: “Suscipe me, Domine, secundum eloquium tuum et vivam, et non confundas me ab expectatione mea” (“Sostenme, Señor, según tu promesa, y viviré; no me frustres en mi esperanza”). El siguiente momento es el del cambio el escapulario de novicio por el largo de profeso. Tras la vestición, los neoprofesos, con la cabeza cubierta por la capucha, se arrodillaron para escuchar la oración del Abad por ellos, y finalmente recibieron su abrazo.
Entre los asistentes, hay que destacar la presencia de varios antiguos escolanos, tanto compañeros de Fray Javier como otros más recientes, ya que él procede de la Escolanía e ingresó en el Noviciado con 18 años. Por su parte, Fray Luis es ingeniero de Minas y había estado trabajando en importantes obras públicas (túneles del AVE y de la A-6 en la Sierra de Guadarrama) antes de su entrada en el monasterio.