Querido visitante de esta página web:
Recibe la bienvenida de la Comunidad Benedictina de la Abadía Santa Cruz del Valle de los Caídos. La acogida es precisamente una de las características propias de la espiritualidad benedictina, pues de hecho Nuestro Padre San Benito ordena en su Regla recibir a los huéspedes y a los peregrinos como si al mismo Cristo en persona se hiciera (RB 53, 1.7.15). Ojalá a través de este primer contacto por internet puedas iniciar otro más profundo, directo y personal que te lleve a conocer la vida de los monjes en este lugar.
La vida monástica consiste esencialmente en la búsqueda de Dios a través de la soledad y el silencio, en un ambiente marcado por la oración, el trabajo, la lectura espiritual y el estudio, con un esfuerzo ascético por restaurar la imagen divina en el hombre. Los monjes benedictinos pusieron, a partir de estos elementos, los fundamentos de la cultura europea y de la civilización occidental. Por eso la presencia de la Orden de San Benito hace actual y presente la Tradición cristiana de nuestra cultura.
El Valle de los Caídos, por la labor cotidiana y silenciosa de los monjes, se constituye así en un lugar de oración y de estudio, en un lugar de culto y de cultura. Y una buena parte de la dedicación de los monjes aquí consiste en procurar la solemnidad del culto divino. Es algo propio de los monjes y muy especialmente de la Orden Benedictina, que se ha destacado siempre por el cultivo de la Sagrada Liturgia. También lo llevamos a cabo de forma muy importante por medio de nuestra Escolanía, reconocida a nivel internacional por su dedicación al canto gregoriano y a la polifonía sacra.
Esperamos que esta visita a través de nuestra página web suscite en ti el deseo de venir personalmente a este lugar y que puedas incluso alojarte en una de las dos hospederías (interna y externa), disfrutando de nuestra liturgia, del magnífico entorno natural y de la paz que aquí se respira, que pronto cautiva y que permite encontrarse con uno mismo y con Dios.