El jueves 18 de agosto llegó un grupo de unos 105 peregrinos andaluces del “Camino Neocatecumenal” para rezar el Vía Crucis en la explanada posterior del Valle de los Caídos y a continuación celebrar la Santa Misa en la Basílica, alrededor de las 13 h. A esta hora llegó otro contingente de 120 argentinos que se sumó a la Misa.
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De forma casi simultánea pero a la inversa, vino un grupo de 350 peregrinos del “Camino Neocatecumenal” procedentes de Murcia, que asistieron a la Santa Misa conventual de 11 h. en la Basílica. Fueron atendidos por el P. Subprior, Dom José Ignacio González, quien luego les acompañó en el rezo del Vía Crucis subiendo hasta la explanada posterior, el cual duró alrededor de dos horas.
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Al mediodía llegaron unas religiosas “Esclavas Misioneras de Jesús”, todas ellas mexicanas aunque residentes en Milagro (Navarra), pueblo natal del P. Alfredo Simón, quien se ocupó de conducirlas a la Basílica por la tarde. Venían también para la JMJ y especialmente al encuentro que el Santo Padre habría de tener con las religiosas en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial al día siguiente.
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Esa misma tarde, el P. Juan Pablo Rubio estuvo dirigiendo en la Catedral de la Almudena el ensayo general con el coro formado por seminaristas para la Misa que el Papa celebraría el día 20. A este monje benedictino de la Abadía se le encargó en concreto la dirección del canto gregoriano.
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También por la tarde, llegaron varias familias de los niños escolanos para alojarse en la Escolanía con el fin de recibir al día siguiente al Santo Padre a su paso por la puerta del Valle de los Caídos de camino a El Escorial. La abundancia de gracias recibidas del Cielo fue importante y el P. Prior estuvo confesando a padres y a niños hasta las 0,40 h. de la noche, después de un breve espacio de oración en la capilla de la Escolanía.