El martes 16 de agosto, un grupo de unas 30 jóvenes estadounidenses del “Opus Dei” acudió a la Basílica para orar y conocerla antes de la Santa Misa conventual. A ésta, por otra parte, asistieron algunos peregrinos procedentes de Brasil. Al término de ella llegaron un sacerdote del “Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote” y otro de la “Hermandad de San Pedro”, junto con varios fieles; el segundo subió a celebrar la Santa Misa en la capilla del monasterio y el primero lo hizo en la Capilla del Santísimo de la Basílica, con una Misa de difuntos por todos los Caídos sepultados en el Valle de los Caídos. Ambos celebraron según la forma extraordinaria del rito latino; como es sabido, el Papa Benedicto XVI ha facilitado su celebración por medio del motu proprio “Summorum Pontificum” y más recientemente a través de otra instrucción. Más allá aún de la reforma realizada por San Pío V después del Concilio de Trento, esta forma del rito latino se remonta realmente a un tiempo inmemorial en Roma, hacia los siglos III-IV, y fue fijada ya prácticamente bajo el pontificado de San Gregorio Magno (590-604). Conforme a las normas del Papa actual, no es preciso ningún permiso del ordinario para poder celebrar la Santa Misa según la forma extraordinaria del rito latino con el Misal aprobado en 1962 por el Beato Juan XXIII.
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Por otro lado, también visitó la Basílica y oró en ella un grupo de peregrinos de California (Estados Unidos), así como las religiosas de diversas congregaciones, entre ellas una representación española de las Esclavas de Jesucristo Sacerdote.
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Por la tarde llegó un amplio grupo de 170 peregrinos de Austria (concretamente de Viena) y Alemania, encabezados por algunos sacerdotes del Oratorio de San Felipe Neri. Fueron atendidos por el P. Prior, que acababa de estar confesando, y le hicieron varias preguntas relativas al monumento, la Comunidad benedictina, la Escolanía… El P. Prior pudo comprobar que se trataba de jóvenes notoriamente informados sobre la situación presente de España y del Valle de los Caídos y bien formados intelectual y espiritualmente.
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El día 16 al mediodía contó además con una visita de relieve notable: la del cardenal Meisner de Colonia (Alemania), acompañado de su secretario y de un sacerdote español. Fueron recibidos por el P. Abad y el P. Subprior, a los que se unió más tarde el P. Prior. El Sr. Cardenal quiso orar unos momentos en la Basílica, a la que venía con gran interés y afecto. La Jornada Mundial de la Juventud del año 2005 se había celebrado precisamente en Colonia.
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