La Escolanía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos ha asistido invitada al 11º Festival de Canto Gregoriano de Watou (Bélgica), organizado por Bernard Deheegher y tenido entre los días 12 y 20 de mayo del presente año 2012. Es la segunda vez que acude, pues la vez anterior fue hace diez años. Han participado 28 coros de Europa y Asia: tres de Bélgica y cuatro de Holanda, dos respectivamente de Austria, Estonia, Francia y Hungría, y uno de Alemania, Irlanda, Italia, Japón, Corea del Sur, Letonia, Noruega, Polonia, Eslovaquia, Suecia y otro coro internacional. Los dos de España guardan relación directa con el Valle de los Caídos: la Escolanía y “Schola Antiqua”, formada por antiguos escolanos. Todos los coros estaban compuestos por adultos, salvo dos de niños (la Escolanía y el grupo “Püha Miikaeli Poistekoor” de Estonia) y dos de niñas (principalmente destacado es el grupo “Pueri Cantores de Taegu”, de Corea del Sur). Es un acontecimiento de gran relevancia internacional y muy seguido particularmente en Bélgica.
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La Escolanía llegó al aeropuerto de Bruselas el sábado 18 de mayo por la tarde y fue recibida y alojada por la organización del Festival en las cercanías de Watou, en la región de Flandes que linda con Francia. Tuvo tres actuaciones el domingo 19 de mayo: en la Santa Misa de las 10,30 h., en la audición de las 14,30 h. y en las Vísperas de las 17 h. En todo momento fue muy apreciada su intervención y el P. Laurentino recibió numerosas felicitaciones, especialmente algunas muy notables como las venidas de la directora del “Choeur Grégorien de Paris”, Mme. Olga Roudakova, y del profesor en Roma y director de la “Grazer Choralschola” de Graz (Austria), Dr. Franz Karl Prassl. Tanto estas personalidades como otras más valoraron de forma singular la pureza de la interpretación del canto gregoriano realizado por la Escolanía, muy en la línea de los estudios de los monjes de la Congregación de Solesmes y de la centralidad de la palabra cantada en los textos, ya que se trata del canto de la misma Palabra de Dios. Por su parte, las intervenciones de “Schola Antiqua” el sábado 18 y el domingo 19 fueron igualmente muy apreciadas y los niños y los antiguos escolanos pudieron compartir algunos simpáticos ratos de convivencia el sábado por la tarde-noche y el domingo hasta pasado el mediodía, cuando “Schola Antiqua” retornó a España.
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En los días siguientes, los niños de la Escolanía aprovecharon su estancia en Bélgica para visitar buena parte de Flandes, llamándoles la atención, entre otras cosas, las inmensas y rectilíneas llanuras pobladas de cultivos o de bosques, sin divisarse montañas al fondo. El lunes 21 se desplazaron a la casa de espiritualidad de “Ter Loo”, en Loppem, cerca de Brujas, para así poder dedicar el resto del día a la visita de esa preciosa ciudad, denominada “la Venecia del Norte”. Dieron un paseo en barco por los canales de Brujas y la patearon bien, disfrutando de su belleza. En Ter Loo, por otra parte, se lo pasaron muy bien jugando en la amplia finca, algo que harían también en los días siguientes.
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El martes 22 marcharon a la costa, concretamente a la zona de Ostende, donde visitaron la muralla atlántica o “Atlantik Wall”, construida frente al mar por los alemanes en las dos guerras mundiales, principalmente en la Segunda, para evitar un desembarco aliado. Vieron también la fuerza de las olas del Mar del Norte. Por la tarde estuvieron en el parque “Earth Explorer” de Ostende, pequeño parque temático y de atracciones de tipo científico.
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El miércoles 23 fueron a Gante, ciudad natal del emperador Carlos V. Es una ciudad realmente preciosa y que no se queda por detrás del encanto de Brujas. Por la tarde volvieron a Brujas para visitar el museo “Choco-Story” y conocer la historia y la elaboración del chocolate, tan famoso en Bélgica.
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El jueves 24 marcharon a Bruselas, donde el conductor del autobús les ofreció con gran amabilidad una magnífica vuelta por la capital belga y después descendieron a pie en el centro, para tomar de nuevo el mismo vehículo al mediodía y encaminarse al aeropuerto. Allí montaron en el avión de “Iberia” que les trasladó a Madrid. Llegaron a la Escolanía alrededor de la medianoche.
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Trataremos de elaborar una crónica más larga de este viaje, del que aquí se ofrece un primer avance.
