El viernes 19 de octubre, memoria de San Pedro de Alcántara, asistió un nutrido grupo de antiguos alféreces de la Milicia Universitaria a la Santa Misa conventual de 11 h. en la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. A petición de los organizadores, celebró la Misa el P. Prior como antiguo alférez, quien luego les acompañó en el café en la Hospedería, después de la comida de hermandad que tuvieron en ella. Asimismo, al finalizar la Santa Misa, el P. Abad salió a saludar al grupo.
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La Milicia Universitaria o Instrucción Premilitar Superior (I.P.S.) funcionó entre los años 1941 y 1972, siendo entonces sustituida por la Instrucción Militar para las Escalas de Complemento (I.M.E.C.), a la que a su vez sucedió entre los años 90 y el año 2001 el Servicio de Formación de los Cuadros de Mando (SEFOCUMA), el cual se destacó por el duro y constante reto físico y psíquico que suponía el período de formación. Previamente se había formado una oficialidad de Complemento desde la ley promulgada al respecto en 1918. En los años de la Guerra Española, hubo en el bando nacional “alféreces y sargentos provisionales” y en el republicano “tenientes de campaña”, y para todos ellos, conforme a la finalidad propia del Valle de los Caídos, hubo un recuerdo en la monición de entrada, en las preces y en las intenciones de la Santa Misa del día 19. También se tuvo presentes a otros difuntos y a los caídos posteriores en acto de servicio, como el alférez Rojas Navarrete, muerto heroicamente en la olvidada guerra del Ifni._x000D_
Todas estas instituciones permitieron a las Fuerzas Armadas disponer de oficiales y suboficiales de complemento, ofreciendo a los universitarios que cumplían así el servicio militar adquirir una experiencia de responsabilidad de cara al ejercicio futuro de su profesión, y supusieron en todo el tiempo de su existencia una vinculación entre el mundo castrense y el universitario como partes importantes de la sociedad civil. La Milicia Universitaria, en el tiempo de la I.P.S., estuvo impregnada de un fuerte sentido religioso. En cualquier caso, tanto en la I.P.S. como en I.M.E.C. y SEFOCUMA, siempre eran un referente la capilla, la figura del “páter” o capellán castrense, el Cristo o la Cruz del Campo de Juras y el emotivo toque de oración.