El domingo 13 de octubre fueron beatificados en Tarragona 522 mártires de la persecución religiosa en España en los años 30 del siglo XX. Entre ellos había 38 monjes benedictinos de las Comunidades de El Pueyo (Bárbastro, Huesca) y Montserrat (Barcelona). También otro monje, en este caso jerónimo, fue beatificado en la misma ceremonia: el P. Manuel de la Sagrada Familia, restaurador de la rama masculina de la Orden de San Jerónimo en España, asesinado en Paracuellos del Jarama (Madrid).
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De los 38 benedictinos, los 20 de Montserrat padecieron el martirio en Barcelona. Hay otros dos monjes montserratinos más que fueron asesinados, pero ante la falta de testimonios seguros, el rigor de la Iglesia en los procesos de declaración de martirio hace que de momento queden fuera de la lista de los nuevos beatos. Los otros 18 monjes (los del Pueyo) fueron martirizados en Barbastro; uno de ellos pertenecía a la Comunidad de Montserrat y otro a la Congregación de Solesmes, siendo así el primer beato de nuestra Congregación. Sobre ellos se puede consultar el artículo que hace tiempo se colgó ya en nuestra página web. También se puede ver la ficha de cada uno de los mártires de Montserrat aqui.
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La homilía del Cardenal Amato está colgada asimismo en nuestra web, en el área de descargas de documentos.
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Para la ceremonia, celebrada por el Cardenal Amato en representación del Papa Francisco (quien dirigió unas palabras por televisión a los asistentes), en la explanada de la antigua Universidad Laboral de Tarragona a las 12 h., asistieron los abades de Montserrat, Silos y Leyre, así como los priores del Valle de los Caídos (en delegación del P. Abad), Valvanera, El Paular y Samos, y otros monjes de algunas de estas Comunidades y casi toda la Comunidad de Montserrat. La Escolanía de Montserrat contribuyó muy notablemente con sus voces e interpretó algunas piezas compuestas por el nuevo beato P. Rodamilans y el “Virolai” o himno de la Virgen de Montserrat. Fue muy nutrida la presencia de cardenales y de obispos españoles y extranjeros, la de numerosísimos sacerdotes y hubo unos 25.000 fieles. Hay que destacar la presencia de dos representantes del Patriarcado Ortodoxo de Moscú.
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La Comunidad de la Abadía de Montserrat hizo posible con este motivo un encuentro benedictino de todos estos monjes en Tarragona y en el propio monasterio, que fue una bonita ocasión para estrechar lazos de hermandad en torno al testimonio de fe, de esperanza y de caridad de los mártires. La acogida no pudo ser mejor.
